El
Seminario Permanente Antonio García Nossa, celebrado a lo largo de tres años,
retoma el análisis crítico del conflicto por la tierra en Colombia desde la
perspectiva de las ciencias económicas, nutrido con elementos
interdisciplinares, y el estudio de los diferentes actores que intervienen en
esta problemática, con especial énfasis en las organizaciones y comunidades
campesinas, indígenas y afros.
El
pensamiento del Maestro Antonio García Nossa, estudioso notable de la cuestión
agraria, académico comprometido con las causas sociales y fundador de la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, ha sido
un referente teórico y ético del quehacer académico dentro del Seminario
Permanente, complementado con los demás docentes e investigadores de la
Facultad que han dedicado parte de su vida académica a los estudios agrarios,
lamentablemente marginados en el análisis económico.
Conoce la metodología, justificación y objetivos del Seminario.
Conoce la metodología, justificación y objetivos del Seminario.
La
Quinta Versión del Seminario se plantea resaltar la vigencia del maestro
Antonio García Nossa, partiendo de una reflexión acerca de su vida y obra, así
como del papel de la Universidad Pública frente a la Sociedad y una crítica a
la epistemología en las Ciencias Económicas. Luego proponemos un debate frente
a las políticas agrarias implementadas durante el siglo XX y una posible
caracterización del modelo de desarrollo rural que se pretende imponer en la actualidad, conformado por diversos
instrumentos de los cuales resaltamos el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014,
la Ley de Víctimas, y el Proyecto de Ley de tierras y desarrollo rural, cuyo
antecedente inmediato es el perverso Estatuto de Desarrollo Rural, declarado
inexequible por vicios de forma. Esperamos contar con la participación de
académicos y de sectores sociales posiblemente afectados por la ejecución de
estas políticas, con miras a la proposición de alternativas de desarrollo construidas
desde las mismas bases sociales en comunión con la Academia.
La
presente versión del Seminario Permanente espera articularse con la Semana de
Académicos Notables que se realizará el 24 de mayo, para conmemorar los 60 años
de existencia de la Facultad de Ciencias Económicas y que rendirá homenaje a
docentes apreciados y comprometidos como, Raúl Alameda y Jesús Antonio Bejarano
y Antonio García Nossa, quien cumplirá 100 años de su natalicio, por cuanto es
una fecha importante que se articula con el propósito de recoger su legado y
renovarlo de acuerdo a la trayectoria histórica y a la estructura agraria
actual.
Entendemos
el conflicto por la tierra como un elemento histórico y transversal del
conflicto social y armado que atraviesa el país hasta la actualidad. Nuestra
historia agraria se ha desarrollado principalmente entre dos fuerzas: por un
lado, la de las comunidades del campo que demandan tierra y/o resisten en sus
territorios; y por otro lado, la de los múltiples grupos de poder, nacionales y
extranjeros, que en épocas de la violencia bipartidista, se enfrentaron entre
sí por la adjudicación de las tierras, para luego, a partir de la época de la
Violencia, enfilarse en despojar de sus territorios a las comunidades, nativas
o colonizadoras, alimentando las raíces de un conflicto cada vez más profundo y
a su vez insostenible.
Con
altos y bajos, la cuestión agraria ocupó una parte importante de la agenda
política de las distintas administraciones gubernamentales durante el siglo XX.
Las políticas estatales hicieron frente a la constante demanda de tierra y a
los procesos de insurrección popular y armada de comunidades campesinas,
indígenas y afrodescendientes. En la alborada del siglo XXI, el conflicto por
la tierra vuelve ocupar un lugar importante dentro del debate nacional,
enfocado particularmente en la atención al desplazamiento forzado como tragedia
humanitaria.
La
administración del presidente Juan Manuel Santos pareciera tener una tarea
decisiva frente a la problemática agraria que puede comprenderse en dos
dimensiones, incorporadas en la “Política Integral de Tierras”. En primer
lugar, adelantar una política de restitución de tierras que muestre resultados
y apacigüe la presión nacional e internacional frente al tema del desplazamiento,
dejando sin fundamento aparente las reivindicaciones de víctimas y
organizaciones sociales. En segundo lugar, consolidar una política de
desarrollo rural que otorgue (aún más) garantías a la inversión de grandes
capitales (preferiblemente extranjeros) sobre el campo, ya sea para la
explotación de recursos naturales o para la implementación de proyectos
productivos agroindustriales.
Si
bien la inversión de capital extranjero no es un fenómeno nuevo en el
territorio colombiano, el crecimiento exponencial de la inversión extranjera en
materia minera permite afirmar que presenciamos el saqueo más intenso de
nuestros recursos naturales en la historia republicana, mientras que en materia
agropecuaria el país se incorporará en la lógica de acaparamiento mundial de
tierras por parte de empresas extranjeras y vivirá un nuevo proceso de
industrialización capitalista en el campo (en forma de enclaves), que convivirá
con las demás estructuras agrarias vigentes en el país.
Este
contexto nos incita a analizar y debatir los cimientos
coyunturales y estructurales que soportan el modelo de “desarrollo rural” que
hoy se pretende imponer en los territorios campesinos, que lejos de ser una
creación sui generis del gobierno Santos, responde a tendencias
internacionales, multicausales y con impactos diferenciales en las regiones
mundiales. El marco normativo que se teje para este propósito (Plan Nacional de
Desarrollo, Ley de Víctimas, Proyecto de ley de tierras y desarrollo rural),
constituye –desde nuestra lectura– un proceso de contrarreforma agraria, que
procurará la desestabilización de la organización y resistencia campesina y la
consolidación de un modelo agrario inequitativo y excluyente.
OBJETIVOS.
General:
Construir
una Línea Agraria en la Facultad de Ciencias Económicas que estudie
críticamente el conflicto por la tierra en Colombia.
Específicos:
·
Hacer
Permanente el Seminario Antonio García Nossa: El Conflicto Por la Tierra en
Colombia para cada semestre, manejando temáticas específicas y de coyuntura,
tales como las leyes del despojo y políticas de contrarreforma agraria.
·
Generar
y proyectar líneas de investigación interdisciplinar para hacer seguimiento al
conflicto por la tierra, integrando al estudiantado activamente.
·
Hacer
diálogo con las organizaciones sociales en búsqueda de conocer sus propuestas,
sus alternativas y la proyección de una reforma a la estructura agraria en
Colombia.
·
Incentivar
el trabajo conjunto entre los grupos de trabajo de la facultad y promover su
fortalecimiento.
METODOLOGÍA
Se plantean sesiones de media jornada a realizarse cada 8
días durante 3 semanas, para un total de tres (3) sesiones de media jornada, y
una (1) sesión de cierre de jornada completa, que se celebrará 15 días después
de la última sesión de media jornada.
Las sesiones tendrán la metodología de Simposio y
contarán con la participación de académicos/as y miembros de organizaciones
sociales, con la finalidad de construir diálogos entre Academia-Sociedad.
El grupo organizador del V Seminario Antonio García
Nossa, habilitará archivos digitales de libros y artículos afines a cada uno de
las temáticas de las sesiones, los cuales se encontrarán disponibles en la
página web del Seminario Antonio García Nossa en una fecha previa el inicio del
mismo, para el público asistente que quiera enriquecer y complementar los contenidos
trabajados en cada sesión. Además, los grupos estudiantiles de trabajo que
organizan el Seminario Permanente tendrán una ponencia a su cargo.
CONTENIDO.
Sesión 1. Desentrañando la epistemología del desarrollo
rural en las ciencias económicas. ¿Cuál debe ser la función social del
profesional?
La actual
coyuntura sobre el tema agrario en Colombia hace necesaria una denuncia por
parte de la academia, que precise los verdaderos objetivos dilucidados en torno
a las tres políticas gubernamentales que se proponen para hacer una ‘reforma’
profunda al campo. El Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014, la ley de víctimas
y el Proyecto de ley de tierras y desarrollo rural, conforman una tríada desde
la cual se articulan, como hilo conductor, la legalización del despojo a las
colectividades étnicas y campesinas del país, la implementación de
megaproyectos agroindustriales y mineros y, con esto, la invisibilización del
campesinado como actor político en la construcción de un proyecto de país, camuflado
bajo las lógicas de la empresarización del campo. Sin embargo, para que dichas
leyes tengan legitimidad y ‘neutralidad’, existe un completo dispositivo del
saber y control, que ha penetrado profundamente en nuestra academia, centros de
estudio e instituciones -situación grave cuando se consideran las que tienen un
carácter público-, lo que hace necesaria una revaluación de muchos de los
conceptos que nutren la epistemología en ciencias económicas y que son la base
para el desarrollo profesional de los cientos de egresados/as de la Universidad
en cada semestre, que nutren tanto la investigación, como las políticas
públicas expresadas en las instituciones. Un ejemplo ilustrativo de dicho
problema, lo constituye la discusión en economía política entre distribución y
crecimiento[1], clave
para entender que el crecimiento económico en una sociedad se asoció con
desarrollo y no con cualquier desarrollo: uno inserto en un sistema capitalista
que no ha sido ni será sostenible nunca. En las particularidades propias de
Colombia, es indispensable que este análisis se haga a la luz de su propia
historia, en donde la distribución de la tierra, hace décadas dejó de ser para
un problema nacional para el aparato gubernamental y aún ahora, cuando este
problema de distribución se asocia con restitución, no existe autonomía por
parte de las colectividades étnicas y campesinas para plantear su propio modelo
de desarrollo, sino que la tierra se debe destinar para el privilegio de los
intereses capitalistas[2].
Es así, como
en esta primera sesión, se pretende articular estas dos problemáticas, para hacer
un análisis del rol
social de los profesionales de las Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional de Colombia, a partir de la revisión crítica de los postulados
epistemológicos que nutren las Ciencias Económicas.
Sesión 2. Una mirada histórica al modelo de desarrollo
actual: Estructura agraria colombiana en el siglo 20.
La economía colombiana tuvo
profundas fluctuaciones entrado el siglo 20, que repercutieron por un lado en
variadas formas de lucha por la tierra y organización campesina y, por otro, en
la consolidación de un modelo de desarrollo rural cuya característica principal
fue una marcada concentración de la tierra en manos de una clase dirigente, que
provocó la inserción de la economía colombiana –con profundas repercusiones en
el sector agrario- al proceso de trasnacionalización de capitales y acumulación
de excedentes en los regímenes alimentarios vividos en todo el mundo y producto
de la lógica y las crisis propias de un sistema capitalista, situación que
relegó, aún más, al campesinado al patio trasero de un país cuya democracia se
simula participativa. Este modelo tuvo como génesis, la desvinculación de la
economía del modelo colonial (aunque con
múltiples rezagos de ella que hasta hoy persisten) y una carrera desarrollista,
excluyente y hegemónica evidenciada en múltiples aspectos de las políticas
públicas y de la estructura agraria colombiana. Ante eso es necesario presentar
un contexto social e histórico, que permita sentar las bases de análisis para
la actual coyuntura. Políticas agrarias como ‘las cuatro estrategias’, el Desarrollo
Rural Integrado, entre otras presentes en la historia agraria del
siglo 20, permiten vislumbrar el hilo conductor histórico de las actuales políticas
agrarias en el país en el último siglo, que son la materialización tanto de la
epistemología surgida desde los centros académicos, como de las directrices pautadas
desde los organismos internacionales de financiación y su recepción en el
gobierno colombiano, situación que ha transformado las dinámicas de las
estructuras agrarias en todo el mundo.
Sesión 3. Apuntalando un modelo de desarrollo en el campo
colombiano. ¿Qué ha pasado desde Gaviria hasta Santos?
En esta sesión se pretende
hacer una breve caracterización de las bases políticas y económicas del modelo
de desarrollo rural actual, teniendo como base la propuesta mencionada líneas
arriba, pero haciendo énfasis en el panorama de las últimas dos décadas, que
tuvo como punto de inflexión la liberalización de mercados y la política de
apertura comercial implantada desde el gobierno de César Gaviria. Este proceso
tuvo repercusiones de toda índole: políticas, sociales, económicas, que
incidieron tanto en la concepción de territorio como en el proceso de
intervención e incidencia sobre este a partir de la multiplicidad de actores
presentes en la sociedad colombiana. El gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002),
recogió el legado de su antecesor, para crear una articulación entre las
políticas imperialistas estadounidenses sobre nuestro país, agudizadas desde la
implementación del Plan Colombia y seguidas de todo el plan sistemático de despojo
y exterminio de la resistencia campesina y social en general en todo el
territorio nacional, evidenciada especialmente en los albores y durante el
período de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) y ahora, en la consolidación de la
prosperidad democrática, como puntal de dominación desarrollista sobre los
territorios campesinos, bandera programática del actual presidente Juan Manuel
Santos. La perspectiva histórica planteada en este período de estudio, permite
analizar lo que se considera como la consolidación de un modelo de
desarrollo hacia el campo colombiano, materializado en las políticas agrarias
gubernamentales en las comunidades rurales en las dos últimas décadas y que son
clave para entender el panorama político, social y de resistencia por parte de
la sociedad colombiana.
Sesión 4. Modelos de vida alternativos. Perspectiva de
las comunidades frente al desarrollo.
A partir de la ejecución del actual modelo de desarrollo
rural, representado en la tríada mencionada anteriormente, -la aprobación de la
Ley de Víctimas, el (Proyecto) de Ley de tierras y el Plan Nacional de
Desarrollo formulado por el Gobierno Santos-, las comunidades han aunado
esfuerzos para contrarrestar los efectos negativos de dichas políticas, que no
son pocos, y a partir de otros valores y perspectivas de la tierra, han generado propuestas alternativas
alrededor de la tenencia y uso del territorio.
Es necesario conocer y debatir las propuestas que
realizan las comunidades, y los vínculos que tiene con los aportes de una
academia crítica que atienda a la realidad social del país. Se abordarán
temáticas como las propuestas de ordenamiento territorial, las perspectivas
frente a las Zonas de Reserva Campesina, iniciativas para la defensa del
territorio como la Mesa contra el acaparamiento de tierra, entre otras.
[1]
Ideas propuestas por el profesor William Chavarro Rojas, docente de la
asignatura Dimensión Espacial del Capital: economía política de la tenencia de
la tierra. Programa de la materia, 2011.
[2] El
articulado sobre el Derecho Real de Superficie, propuesto en la ley de víctimas
y el desmonte de la Unidad Agrícola Familiar (UAF) propuesto en los artículos 60,61
y 62 del Plan Nacional de Desarrollo 20120-2014 son una prueba concreta de
ello.
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