“El parto es un acto sexual en el que toman parte una pareja de seres: la excitación sexual de la mujer, inducida por el feto que ha llegado a término, si no estuviese bloqueda por el miedo y la cultura milenaria que pesa sobre ella, produciría la relajación, el abandono al deseo y los flujos maternos necesarios para que el parto y el nacimiento fuera un acontecimiento gozoso y placentero para ella y para la criatura; y también para que las criaturas, una vez fuera del útero materno, encontrasen un regazo, un vientre y unos pechos palpitantes de deseo dispuestos a satisfacer los propios anhelos de calor, de contacto físico, de nutrición, higiene y protección.”
La represión del deseo materno
Casilda Rodrigañez.
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