Por: Constituyentes por la paz
Villavicencio, Barrancabermeja y Barranquilla fueron escenario de los tres foros regionales de participación de las víctimas con sus propuestas para la mesa de diálogo de La Habana. De manera atípica confluyeron personas y organizaciones sociales que se reconocen como víctimas del paramilitarismo y la fuerza pública, así como de las diferentes insurgencias.
Aunque el PNUD y la Universidad Nacional dijeron siempre procurar garantizar la amplitud y la diversidad de participación de todo el universo de víctimas del conflicto social y armado, el común denominador de los tres foros regionales fueron las voces de protesta de varias personas que no pudieron acceder a los cupos de participación.
A pesar de las tensiones que se pudieron generar al confluir en un mismo espacio quienes de diferentes maneras has sido victimizados por los diferentes actores, las jornadas se dieron en completa calma y se avanzó en la propuestas. Entre las más importantes se encuentran:
Un reconocimiento más amplio del universo de las víctimas y de los hechos victimizantes, más allá de la ley 1448 (prisioneros políticos, reclutamiento forzado y violencia sexual, combatientes asesinados fuera de combate, bombardeos indiscriminados, tortura, ejecución extrajudicial, persecución, desplazamiento y asesinato de familiares de los guerrilleros, entre otros). Que se amplíe la temporalidad de reconocimiento de las víctimas. Se proponen fechas desde 1928 con la masacre de las bananeras o 1948 con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Que se acuerde un cese al fuego bilateral inmediato que aporte a que no hayan mas víctimas. Que se dé una nueva asamblea nacional constituyente que transforme estructuralmente la institucionalidad del país y que en ésta se cuente con una presencia determinante de las víctimas, tanto en la convocatoria como en su realización. Que se transforme la doctrina militar trascendiendo el principio del enemigo interno y que se fundamente en el respeto por los derechos humanos. Que se cree un tribunal de justicia al que respondan tanto las FARC-EP, como el Estado y los terceros que también han sido victimarios (paramilitarismo, transnacionales y sectores económicos como el ganadero y el palmero). Que se dé un tratamiento diferencial en atención a las víctimas (género, niñez y adolescencia, discapacidad, étnico y cultural). Que las víctimas tengan una interlocución directa con el alto comisionado para la paz y articulación constante con el Consejo Nacional de Paz. Que se creen circunscripciones especiales para la participación política de las víctimas. Que se cree una comisión de esclarecimiento de la verdad financiada con recursos del Estado y de cooperación internacional, en la que haya participación de expertos nacionales e internacionales, con presencia de las partes en el conflicto y una activa participación de las víctimas. Que cuente con información clasificada del Estado y las insurgencias y bases de datos e informes aportados por las organizaciones de víctimas y derechos humanos. Así mismo que se incluyan los hechos mas recientes perpetrados por los nuevos grupos paramilitares. Que se construya una política pública de educación y visibilización de las causas estructurales del conflicto social y armado. Construcción de centros de la memoria y monumentos. Que se cree el Ministerio de las Víctimas y de la Reconciliación Que se cree un comité de seguimiento al proceso de desmovilización que garantice que no aparecerán nuevos grupos armados tras los acuerdos de paz. Desminado humanitario y la no siembra de nuevas minas antipersona. Que se abran espacios de comunicación para las víctimas que aporten a la desestigmatización de las mismas y que les permita visibilizar sus realidades. Acompañamiento psicosocial para las víctimas.
Los foros regionales aportarán los debates y las propuestas al foro nacional que se realizará en Cali el próximo mes de agosto y que así mismo recogerá la región suroccidental del país. De allí saldrán los insumos que la mesa de dialogo tomará para la discusión que actualmente se da en la Habana.
Publicar un comentario